Muchos recordarán el tema que obtuvo un rotundo éxito a fines de los 90, que nos hacía sacudir el cuerpo. Pero ¿Sabías qué esto no está tan exento de la realidad?
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Diferentes casos se han registrados de gatos cayendo de grandes alturas, pero lo mas sorprendente de esto es el resultado, la gran mayoría de estos sobrevivieron teniendo solo pequeñas lesiones. Un claro ejemplo de esto es el caso de una gata llamada “Sugar” que cayó de una venta del piso 19 de un edificio ubicado en Boston, Estados Unidos.
No se sorprendan, ya que un estudio de 1987 nos afirma que 132 gatos han sido llevados a clínicas veterinarias en la ciudad de Nueva York por caídas de edificios altos, donde positivamente el 90% de los felinos tratados sobrevivieron y solo el 37% requirieron de tratamiento avanzados para mantenerlos vivos. Mencionando un caso en particular donde uno de los gatos cayó de 32 pisos al concreto sufrió solamente la rotura de una pieza dental y un colapso pulmonar, el cual fue dado de alta 48 horas después.
Los científicos asimilan estos hechos a los instintos y al sentido de la evolución, dando como referencia que “Ser capaces de sobrevivir caídas es critico para animales que viven en árboles, y los gatos están entre ellos” (Dr. Socha), siendo así que “los gatos domésticos todavía contienen una serie de adaptaciones que permiten a los felinos desempeñarse bien en los árboles”. Pero esto aclara que muchos de los gatos domésticos suelen encontrarse con sobrepeso, lo cual sería una problemática para lograr tal hazaña. Es por esto que sugerimos que si vives en departamentos o en lugares con grandes alturas te asesores de tener mallas en las ventanas para evitar estos indeseables accidentes.