Agosto es conocido como el mes de los gatos y es con fundamento. Como bien se conoce, las gatas tienen un tipo de ciclo llamado, poléstrico estacional, que se traduce en que sus celos se presentan en una época del año. Esto se relaciona estrechamente con el grado de luz en la temporada, siendo el octavo mes del año, cuando esta aumenta más.
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Este ciclo dura aproximadamente 15 días, período en el cual ellas pueden huir de sus hogares por horas e incluso semanas, siendo un comportamiento normal. Eso sí, la gata no logra quedar preñada, su ciclo comenzará otra vez hasta que ocurra la concepción ocurra. Es por esto que se espera que las gatas queden embarazadas durante este tiempo. Sin embargo, no es fácil reconocer el cambio en las gatas, no obstante, cuándo ellas podrían presentar náuseas, cambios de temperamento y apetito. Asimismo sus pezones se hincharán y tornarán más rosados.
Su gestación dura un aproximado de 60 días, que puede variar en 5 días antes o después de la fecha. En la segunda parte del embarazo se notará más abultada su panza. Una vez se tenga la certeza del embarazo debemos tener en cuenta ciertos cuidados para ayudarla a llevar de mejor manera este proceso. Se recomienda brindarles una dieta rica en proteínas y procurar siempre dejarles agua fresca a su disposición.
En muchas ocasiones, se les da alimento de gatos pequeños, dado a su cantidad de proteínas y nutrientes, esto continúa hasta que sus hijos coman por sí mismos. Existen expertos que nos sugieren que no es de extrañar que nuestra gata coma en menor cantidad, debemos recordar que se encuentra con gatitos en su pancita y probablemente prefiera comer varias veces al día en porciones pequeñas.
En general, una gata puede concebir desde uno a seis gatitos, siendo tres y cinco, la cifra más común de crías, por otro lado, aunque no sea recurrente, cuando están preñadas se recomienda realizar ecografías. Según veterinarios, no es algo que se solicite tan frecuente, pero es bueno llevar un control, para ver cuántos gatos son, si vienen bien formados y su tamaño aproximado, así sabemos que esperar. Para realizar este proceso, la gata debe tener al menos 21 días de gestación.
Cuando nuestra mascota comience con el trabajo de parto pasará por las siguientes fases:
Primero se mostrará inquieta y luego comenzará a buscar un lugar cómodo y protegido para tener a sus crías. Una vez que empiecen a nacer los gatitos los lamerá para incentivarlos a respirar.
Es común que la gata se coma la placenta, y de hecho te debes asegurar que la expulse por cada hijo que tenga. Si llegase a quedar una adentro es señal de alerta, puesto que puede desencadenar una infección.
Por el contrario, si la gata tiene muchas contracciones y pasan horas sin que nazca algún gatito es recomendable acudir a un veterinario para proceder a una eventual cesárea, por muy poco frecuente que sea.
Para los amantes de los gatos, si bien es una linda experiencia acompañar y cuidar a la mascota en el momento en que tienen crías, lo recomendable es esterilizarlos después, a modo de ser responsables con el entorno y también con los propios animales para que reciban los cuidados necesarios posteriormente.