Hay multitud de enfermedades y dolencias que pueden hacer que tu mascota sufra día tras día, pero hay una que es tan común como sencilla de erradicar: los ácaros en las orejas de los gatos. Eliminarlos es una tarea muy sencilla que hará que tu mascota mejore su calidad de vida notablemente.
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Ninguna raza de felino está exenta de sufrir la presencia de ácaros en sus orejas, pero son más propensos aún los que tienen el pelo largo, un paraíso para estos parásitos. Las crías de gato son un poco más propensas a la aparición de estos molestos organismos porque todavía no tienen el sistema inmunitario desarrollado por completo, así que estos acampan a sus anchas con mayor facilidad.
Síntomas de que tu mascota tiene ácaros en las orejas
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Como toda dolencia o enfermedad, saber detectarla a tiempo es muy importante para la salud de tu gato. Para ello, debemos observar al animal y estar alerta ante los cambios de conducta o si se rasca más de lo normal en alguna zona del cuerpo.
Un rascado intenso, movimientos raros del cuerpo, un estado de ánimo bajo o un comportamiento extraño suelen ser señales inequívocas de que algo le sucede; es una pena que no puedan comunicárnoslo de otra manera. Ante estas señales debemos pedir consejo a un veterinario lo antes posible.
Cuando un gato sufre a los ácaros en sus orejas suele reaccionar de diversas maneras, pero estos síntomas son comunes en todos ellos:
Movimientos de cabeza bruscos o inclinación regular: al sentir picor en una zona en la que no tienen acceso, el animal reacciona agitando o cambiando de postura la cabeza para intentar deshacerse de la molestia.
Rascado: si ves que tu gato se rasca demasiado la zona de las orejas con las patas traseras es porque algo le molesta y, si no es una garrapata, lo más común es que sean ácaros.
Aparición de secreciones negruzcas: si la proliferación de los ácaros no es remediada, el animal desarrollará unas zonas con aspecto oscuro en el interior de la oreja. Por norma general, el interior de la oreja de un gato es rosácea, y la aparición de acumulaciones oscuras debería alarmarnos de inmediato. Esto se debe a una contaminación secundaria con hongos o bacterias que hace que nuestro gato parezca que tiene cera oscura en el oído.
¿Qué hacer si detectas estos síntomas en tu mascota?
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Los síntomas que exhiben los gatos que tienen ácaros en las orejas son tan llamativos que suelen ser detectados de forma rápida. El primer paso es llevar a tu mascota al veterinario, el cual le realizará una observación primaria con el otoscopio.
Si el veterinario duda si se trata de ácaros u otra posible infección, analizará una pequeña muestra en el microscopio, lo cual no dejará dudas al respecto y se procedería a eliminarlos lo antes posible.
Si el tímpano no está afectado, que es lo más habitual, bastará con administrar unas gotas al animal directamente en el interior de las orejas para acabar con ellos. Aunque, dependiendo de cada caso, el veterinario te indicará la cantidad de días y la frecuencia con la que debemos administrarle las gotas.
Por otra parte, evitar el problema siempre es el principal objetivo, y esto se consigue manteniendo limpias las zonas donde el animal pasa la mayor parte de su tiempo. También es necesario acudir al veterinario de forma periódica para hacerle una revisión general a tu gato.
Los productos antiácaros son bastante efectivos, pero no te excedas con ellos porque el olor que desprenden hará que tu mascota rechace su propia manta o sus juguetes.
Un buen antiparásitos mantendrá a raya a ácaros, garrapatas, pulgas y demás parásitos que pueden ser perjudiciales para tu gato. Los venden en diferentes formatos como el collar, la pipeta o la pastilla, y todos son eficaces, aunque hay discrepancias entre unos profesionales y otros.
En todo caso, cualquier solución que tome nuestro veterinario será la correcta para mejorar la vida de tu gato y evitar esos molestos picores que producen estos diminutos microorganismos.