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PELEAS DE GATOS, QUÉ DEBEMOS SABER


Los gatos son animales muy territoriales y celosos, esto suele provocar sus incontables peleas, ya sean domésticos o callejeros. Otro motivo son las disputas por las hembras. Si tienes más de un gatito en casa, de seguro que no siempre ha reinado la paz entre ellos. Por eso, a continuación te contamos lo que necesitas saber sobre las peleas de gatos.

Causas de las peleas

Las causas específicas que desencadenan las peleas de gatos a veces son difíciles de entender para los humanos. De pronto, se arma una pelea de la nada que, por lo general, se termina pronto y todo continúa con total tranquilidad entre los mininos.

Aunque, en ocasiones, las cosas se tornan más complicadas y los animales, incluso los dueños, pueden salir lastimados.

Otro motivo puede ser un nuevo integrante gatuno. Si ya tienes en casa a un felino y traes uno nuevo es probable que surja una riña, y es que, con mayor o menor intensidad, es probable que el nuevo habitante sea rechazado. Todo dependerá del carácter de cada animal. En este caso, es importante ser cautelosos, para que el antiguo gato no se sienta invadido por el nuevo y que éste último a su vez, pueda tener su propio espacio y se pueda sentir cómodo y adaptarse sin sufrir estrés. Lo ideal para esto, es que no compartan en un principio comederos y bebederos, lo mismo con la cama, juguetes y caja de arena.

Las riñas entre tus mascotas serán inevitables, por ejemplo, si tienes un par de machos y una hembra, y ninguno de los animales está esterilizado. La armonía solo volverá a la casa si operas a tus gatos. Así también evitarás camadas indeseadas.

Por otra parte, si un minino se siente acorralado o amenazado puede tornarse muy agresivo e incluso atacar, tanto a otros gatos como a ti mismo si intentas tocarlo. En estas circunstancias lo mejor es esperar a que el animal se tranquilice e intentar dilucidar qué es lo que lo está alterando.

Entres las causas que pueden generar esta reacción podemos mencionar la presencia de alguna persona o animal extraño. También pueden asustarlo movimientos o cambios bruscos en su entorno, e incluso ruidos fuertes u olores desconocidos para el minino.

Consejos para evitar peleas

Nunca se te ocurra interceder de manera directa para separarlos. Por más que te quieran, y mucho, en esos momentos no medirán consecuencias y es muy posible que sufras algún arañazo o mordisco que, por supuesto, no iba destinado a ti.

Lo más indicado es intentar disuadirlos con alguna acción que distraiga su atención. Un grito o algún otro sonido, o golpear algún objeto, pueden ser acciones efectivas. Pasada la pelea, no castigues a tus mascotas. No soluciona las cosas, incluso puede empeorarlas.

Es normal que los gatos se gruñan cada tanto y que incluso tengan una riña pasajera. Lo importante es que prestes atención para que no lleguen a peleas graves de las que puedan salir lastimados. Y que, si se producen de todas formas, manejes la situación y luego mantengas separados a los mininos hasta que retorne la calma.

Ten presente que si las agresiones entre los gatos persisten o se tornan muy violentas, puedes consultar al veterinario o a algún especialista en conducta animal.


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