Para saber si eres alérgico a los gatos, como le sucede a una gran cantidad de personas, es fundamental prestar atención a ciertas señales y síntomas, relacionados con afecciones nasales, oculares, dérmicas y respiratorias. A continuación te contamos con mayor profundidad.
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Las alergias a las mascotas en general, y a los gatos en particular, son más comunes de lo que pensamos, sobre todo entre personas que presentan otros problemas de salud, tales como el asma.
Cuando una persona es alérgica a las mascotas se debe a que su cuerpo reacciona a las proteínas o alérgenos inocuos de la saliva, la caspa, los pelos o la orina de los animales.
En lo que se refiere a la alergia de los gatos específicamente, la proteína causante se llama fel d 1, está presente en la piel del animal y se esparce por todos lados cuando este se acicala. También puede encontrarse en la saliva y en las glándulas sebáceas.
¿Cómo saber si soy alérgico?
Si bien el que determina la alergia es un especialista a través de diferentes pruebas cutáneas, lo cierto es que nosotros podemos identificar diferentes signos típicos de ser alérgico a los gatos:
1. Congestión o secreción nasal
Es la señal más evidente de que tenemos alergia a los felinos. Algunas personas comienzan a estornudar sin parar cuando un gato se les acerca. Otras sienten que se les tapan las fosas nasales y hay casos en los cuales segregan líquido como si fuese agua. También pueden presentar la nariz enrojecida o sensible.
2. Enrojecimiento y picazón de ojos
Cuando la caspa del gato flota en el aire y toma contacto con los ojos, la reacción de una persona alérgica puede ser picazón, irritación, enrojecimiento o incluso derramar lágrimas de forma involuntaria.
Ten mucho cuidado de no frotar los ojos para reducir el picor, porque esto puede ser malo para la salud ocular. Siempre seca con un pañuelo limpio y no te toques la cara sin haberte lavado bien las manos.
3. Problemas respiratorios
Si eres alérgico a los gatos quizás experimentes ciertas dificultades para respirar cuando tienes uno cerca. En el caso de que padezcas asma, probablemente necesites usar la medicación habitual para reducir los síntomas. También puedes sufrir tos, dolor en el pecho u opresión torácica. Es muy importante que ventiles la casa o salgas al aire libre para tratar de respirar mejor.
4. Sarpullidos
Además, algunas personas que entran en contacto con gatos siendo alérgicos pueden padecer problemas a nivel dérmico: eccemas, urticaria, enrojecimiento, sarpullidos, picazón, ronchas, o resequedad.
Lo peor de todo es que al rascarse intentando reducir la comezón podemos infectar la zona. Por ello, se recomienda siempre lavarse las manos o incluso utilizar guantes por las noches para evitar lastimarnos al dormir.
¿Qué podemos hacer si somos alérgicos?
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Si has adoptado a un gato y luego te has dado cuenta de que eres alérgico a él, como primera medida no lo abandones. Cada año cientos de mascotas son abandonadas debido a las alergias.
Quizás no podrás eliminar la alergia en su totalidad, pero sí reducirla bastante con algunos métodos, como por ejemplo lavándote las manos después de tocar al animal o limpiar su caja de arena.
Queda terminantemente prohibido que el gato ingrese a tu habitación, ya que dejará los alérgenos en la cama, la alfombra, las cortinas y la ropa; también trata de que no se quede todo el día en el sillón. Utiliza la aspiradora para limpiar periódicamente y abre las ventanas a diario para ventilar. De esta manera, ser alérgico a los gatos no se convertirá en una pesadilla.