Muchas veces hemos visto como nuestro gato tiene un miedo incomprensible a algo. Te mostramos aquellos más comunes para que puedas evitarlos.
Los gatos son animales muy independientes y parecen muy seguros de sí mismos, pero lo cierto es que tienen miedo a muchas cosas. Queremos hablarte en esta ocasión de a qué cosas tienen miedo los gatos y cómo evitarlas. Hay muchos que saben algunas de estas y las usan como broma con los animales, lo cual nos parece cruel y te pedimos encarecidamente que no lo hagas.
Entonces, a qué cosas les tienen miedo?
- Pepinos: quizás hayas visto vídeos en los que un gato se aterroriza ante un pepino. No se sabe muy bien por qué, pero algunos gatos le tienen miedo. Estos vídeos que parecen graciosos, no son más que una prueba de lo que te mencionamos anteriormente.
- Globos: No hay nada que parezca darle más miedo a un gato que un globo. Quizá sea su movimiento lo que le asusta o le aterra, o que pueda quitarle su espacio, pero si se le acerca uno verás su cara de pánico. Mucho más si se atreve a arañarlo y explota, entonces el pánico está sembrado.
- Agua: aunque es un mito, está comprobado, aunque hay excepciones y en ocasiones hemos podido ver a algunos gatitos disfrutando de un relajante baño, por norma general los gatos le tienen terror al agua.
- Aspiradoras: no soportan los ruidos y si encima ven que la máquina que emite el ruido al que temen los podría absorber, mejor echar a correr, por si acaso.
- Secador de pelo: Este no succiona, pero ellos no lo saben, así que, ¿por qué arriesgarse? Además el viento que esparcen los molesta en sumo grado, así que no juegues con él con tu gato por muy tentador que te parezca.
- Los extraños: siempre habrá excepciones, pero lo más probable es que por muy cariñoso o sociable que sea tu gato, no irá corriendo a saludar a alguien que no conoce. No lo tomes como algo personal si vas a visitar a un amigo con gato y este no te hace caso.
- Calcetines: son protagonistas del terror de los gatos. Este es un hecho sin explicar pero les tienen pánico.
- Ruidos: el oído de los gatos es muy fino, como sucede en el caso de los perros, así que los ruidos como sirenas de ambulancias, fuegos artificiales y demás son objeto de terror para ellos. Evita que tu gato esté expuesto a esto.
