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GATA EN CELO, TODO LO QUE DEBES SABER


Si tienes en casa a una gata en celo, o una pequeña gatita de meses, debes saber esto. Cuándo alcanzará su madurez reproductiva, cuánto dura el celo, y qué puedes hacer para cuidarla.

¿Qué es?

El celo es parte del ciclo reproductivo de los gatos, durante el cual las gatas se muestran sexualmente receptivas a los machos y se produce la ovulación en la hembra. Las gatas son poliéstricas, es decir, tienen varios celos al año. Ocurren también cambios de comportamiento muy evidentes, como los fuertes maullidos que emiten las hembras, seguro que has oído a alguna maullar desesperada mientras se retuerce y da vueltas en el suelo, esto lo hacen para atraer a los machos. Éstos al escuchar las señales tratarán llegar hasta la gata a toda costa, escapando de casa si es necesario, y se meterán en peleas si otro macho se interpone en su camino hacia el amor. Si no te dedicas o no podrías criar gatos la esterilización es la mejor solución.

¿Cuánto dura el celo?

El celo de una gata completo es un ciclo compuesto por cuatro fases, y el comportamiento evidente que todos reconocemos como “celo” se produce en la fase de “estro”. El celo o estro dura normalmente de 5 a 7 días. En casos menos frecuentes puede durar 3 días, y ocasionalmente puede durar hasta 10 o 12 días.

El primer celo

El primer celo en las gatas ocurre entre los 6 y los 9 meses de edad. Pero esto es variable, y algunas gatas más precoces pueden tener su primer celo con tan solo 4 o 5 meses. Desde este momento la gata ya es fértil y puede quedar preñada si se aparea con un macho fértil. Existen distintos factores que pueden adelantar el primer celo, como por ejemplo, para que ocurra deben tener un peso mínimo, si no lo tienen pueden retrasarse, la presencia de un macho puede hacer que se adelante, los días largos de más luz también lo favorecen.

Síntomas de una gata en celo:

  • Maullidos muy fuertes.

  • Se vuelven muy cariñosas.

  • Adoptan la posición de monta. Al acariciarlas ponen el cuerpo agachado, la espalda arqueada, la zona lumbar elevada y la cola ladeada, dejando a la vista su zona genital.

  • Se ponen panza arriba y se revuelcan.

  • Lamen sus genitales con frecuencia.

  • Marcar la casa con orina.

  • Pérdida de apetito.

Las gatas en celo no sangran, por tanto no busques ese signo como indicativo para saber si tu gata está en la fase de estro. A diferencia de las perras que están en celo, quienes sí pueden expulsar unas gotas de sangre de color rosado por su vulva.

¿Cómo calmar a una gata en celo?

Para calmar a una gata en celo, puedes colocar una botella de agua caliente o una manta eléctrica térmica sobre la que pueda sentarse. Se ha comprobado que estas fuentes de calor atraen y tranquilizan a las gatas.

Si tu gata entra en celo y no está esterilizada, debes mantenerla alejada de los machos, para evitar embarazos no deseados. No la dejes salir a la calle, ya que atraerá a los machos quienes llegarán a ella en cuestión de minutos.


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