top of page

¿Cómo enseñarle a un gato pequeño a no morder?


Es este un problema muy habitual en los cachorros, pero que puede llegar a ser molesto para los dueños, ya sea por tener niños pequeños u otras razones. A continuación les contamos por qué ocurre y qué podemos hacer.

Cuando los gatos son cachorros, alrededor de su tercera semana empiezan un proceso de “socialización”, que termina aproximadamente a los 3 meses. Sabemos que este proceso termina cuando aparecen los miedos, en esta etapa deben descubrir su entorno, así como saber relacionarse con las personas u otros animales. La progenitora le enseña a orinar en el arenero, a alimentarse y a conocer y expresar el lenguaje felino. Durante el juego, la madre y los hermanos le enseñan los límites de este, por tanto, en su ausencia no aprenden a controlar los arañazos y mordiscos, pero también pueden hacerlo por otros motivos, por ejemplo experiencias traumáticas o porque hayan aprendido que morder es algo bueno, entonces muerden para jugar, pedir atención o mostrar afecto.

¿Cómo debemos actuar? Existen dos técnicas:

  1. Refuerzo positivo: consiste en premiar al gato por hacer algo que nos agrada. A medida que repitamos el refuerzo, el gato empezará a asociar una recompensa por una conducta concreta. Podemos premiar que juegue tranquilamente o que muerda sus propios juguetes.

  2. Castigo negativo: consiste en retirar algo que le agrade al gato, luego de una conducta indeseada. Por ejemplo, cuando estamos jugando con él y nos muerde, podemos hacer notar el dolor con un pequeño grito de molestia, apartar la mano y dejar el juego, sii por el contrario el gato viene y nos muerde debemos ignorarle. El castigo negativo no significa regañarlo, ni encerrarlo o aislarlo, sino ignorar las conductas que no nos agraden, para que así se de cuenta poco a poco que cuando nos muerde se termina el juego.


Publicaciones Relacionadas
bottom of page