Fue el pasado 26 de noviembre que un avión de la FACH trajo de regreso a Chile a decenas de compatriota que vivían en Venezuela. Entre todas las familias que llegaron a tierras nacionales, hubo un pasajero que llamó la atención: el gato Misifus.
Tras el extenso viaje, el animal trasladó con su familia a la Serena, para radicarse en un departamento de la ciudad. Sin embargo, algo no andaba bien, ya que el felino estaba estresado en su nuevo hogar.
Todo empeoró la madrugada del 14 de diciembre, cuando el gato saltó por la terraza del segundo piso del condominio Nova Serena y desapareció.
“No le gustó el encierro”, dijo Rafael Guedes, dueño del animal en conversación con La Tercera.
Hasta hoy la familia lo ha buscado día y noche, pero no aparece. Descartan que haya sido secuestrado, ya que en las cámaras de seguridad lo vieron caminando solo.
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Para Rafael la pena se ha intensificado, ya que el animal fue preparado por un neurólogo venezolano para que entregara contención a la hija de la pareja cuando sufre migrañas y cuadros de ansiedad.
Además, lo describen como un gato tímido y manso, que no se acerca con facilidad a las personas. “Nuestra esperanza es que haya estado con mucha hambre y que alguien que le gusten los gatos le haya ofrecido comida y ojalá lo esté cuidando”, agregó Rafael al medio nacional.
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