La gingivitis es una inflamación de las encías, es un problema muy común en los gatos, ocurre generalmente por la acumulación de placa bacteriana y sarro que se forma en el borde de los dientes donde hacen contacto con la encía y posteriormente se mineraliza al mezclarse con calcio presente en su saliva, dando origen a un elemento duro que cubre los dientes desde la base hasta las puntas.
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La acumulación de sarro es proclive a favorecer un ambiente bacterial, que se van multiplicando y liberando toxinas, infectando las encías y retrayéndolas hasta el punto de dejar expuestas las raíces dentales.
Si no existe tratamiento, esta afección resulta ser muy dolorosa y resulta ser una fuente bacteriana para todo su organismo, provocando la caída de los dientes de forma prematura.
Este problema puede provocarles inapetencia, olores desagradables en su boca y color amarillento en sus dientes sobre todo sus muelas.
Depende de la tolerancia al dolor que tenga el animal para ver síntomas evidentes, a veces esta molestia no presenta complicaciones, sin embargo en otros felinos puede manifestarse con salivación excesiva, pérdida de peso, falta de apetito, rechazo por los alimentos sólidos, mal aliento y lamentos al tocarle la cabeza o cerca de la boca.
¿Cómo se cura?
El tratamiento debe adecuarse a cada paciente, algunos consisten en eliminar el sarro e incluso, extraer las piezas dentarias necesarias. Se realiza una limpieza de dientes de manera manual o con la utilización de equipamiento eléctrico especial, a menudo se necesita sedación o una anestesia general para poder tener quieto al animal en medio del procedimiento.
El especialista también receta un antibiótico de amplio espectro y otro con acción contra las bacterias anaerobias. Luego de esto debes controlar a tu gato con el veterinario periódicamente para poder mantener limpia su boca.
El procedimiento para escoger el antibiótico apropiado es tomar una muestra y analizar a cuál las bacterias son más sensibles. Se comienza con los de amplio espectro (amoxicilina y asociados al metronidazol) en presentaciones líquidas, ya que son más fáciles de administrar. Lo malo de este tratamiento es que el problema vuelve a aparecer en el momento que se suspendan los antibióticos.
Otro tratamiento son los corticoides, que ayudan en casos de mucha inflamación o una afección inmune subyacente. Algunos pacientes si se benefician con este procedimiento.
Otra instancia a llegar es la cirugía, que puede aliviar sintomáticamente hablando, pero la curación es lenta, por lo que las heridas persisten y la enfermedad puede reaparecer.
Puedes consultar con el veterinario sobre algunos alimentos duros formulados especialmente para controlar la formación de sarro, además de aprender técnicas de cepillado, aunque éste no es bien tolerado por los gatos, otra alternativa es buscar juguetes que ayuden en la limpieza dental.
Sin duda la higiene dental de nuestro gato debe ser bien tratada desde un principio para evitar tener que llegar a instancias lacerantes.
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