El ptialismo o salivación excesiva (babeo) de un gato puede tener orígenes muy distintos y es necesario estar atentos, porque podría ser un indicativo de alguna enfermedad grave que requiere atención veterinaria para garantizar la salud y el bienestar de nuestro felino.
Entre las causas más comunes de la salivación excesiva están las siguientes:
- Nauseas o vómitos: cuando un gato siente náuseas o vomita suele producir un exceso de salivación. Si el vómito es esporádico y el gato no muestra signos de enfermedad no debería ser preocupante. Sin embargo, si son frecuentes y se prolongan más de un día, es necesario investigar sus causas a fondo, pues podría ser un síntoma de que nuestro gato tiene bolas de pelo acumuladas en su estómago que intenta expulsar; una infestación por parásitos internos o alguna enfermedad grave del tracto digestivoo de los riñones.
- Administración de medicamentos: aunque no todos los gatos responden de la misma forma, muchos de ellos babean cuando les administras algún medicamento en la boca. Esto puede convertirse en un gran problema cuando se trata de medicamentos que deben administrarse durante toda su vida, como el caso de los antiparasitarios. Por suerte ahora tienes la opción de usar pipetas de aplicación externa para su desparasitación interna periódica.
- Estrés o miedo: muchos gatos responden al estrés produciendo babas, esta es una respuesta normal del sistema neurológico ante situaciones que el gato no puede controlar, por ejemplo, como el traslado en trasportín o la visita al veterinario.
- Dolor de boca: un traumatismo, una muela en mal estado, la artrosis de las mandíbulas entre otros motivos, dificultan que el gato pueda mover los músculos de la lengua y de la cavidad bucal, impidiendo que pueda tragar la saliva producida. Asimismo, la ingesta de comida también se encuentra comprometida.
- Infección en los dientes. Esta es una de las causas más frecuentes de salivación en los felinos domésticos. La presencia de sarro en los dientes y
molares (especialmente en las piezas traseras como la muela carnicera), provoca inflamación de las encías, dolor y exceso de salivación. Si detectas, además, que tu gato tiene un aliento desagradable, acude sin demora a su veterinario.
- Cuerpo extraño en la boca o en el cuello. Si tu gato tiene acceso a restos de comida para humanos, como huesos o espinas de pescado, puede que un día se le quede clavado alguno en la boca, lo que produce un fuerte dolor, infección e imposibilidad de tragar, con el consecuente exceso de salivación.
- Intoxicación: la ingestión de productos químicos como los productos de limpieza del hogar produce problemas digestivos, neurológicos y salivación. Si sospechas que tu gato haya podido lamer o ingerir algún producto tóxico llévalo de inmediato al veterinario.
- Placer o relax: Aunque es poco frecuente, algunos gatos babean cuando se relajan por completo al recibir caricias o descansar en tu regazo sin que ello se deba al padecimiento de alguna enfermedad.
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