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Agresividad felina


Al igual que una persona, un gato puede volverse agresivo por una variedad de razones. A menudo, tu mejor opción es simplemente poner algo de distancia entre el gato a la ofensiva y tú. Para aprender cómo lidiar con la agresividad felina, la cual puede ser causada por diferentes factores:

MÉTODO 1: Detener al gato agresivo que siente miedo:

1 - Entiende que la agresividad puede ser la manera del gato de mostrar su temor. Un gato hará lo que sea por evitar una pelea. Sin embargo, si tiene mucho miedo y no ve otra forma de defenderse, te atacará.

2 - Trata de entender por qué el gato está asustado. La clave para detener a un gato agresivo que tiene miedo es entender por qué siente ese temor. Detener esta agresión puede ser tan simple como retroceder un paso o dos y darle algo de espacio. Quizás hiciste un ruido alto que lo atemorizó o te moviste rápidamente, lo que le dio miedo. Sin importar la razón, cuando un gato se está poniendo agresivo, por lo general lo mejor es darle un poco de espacio.

3 - Busca señales de advertencia de agresividad. Cuando un gato está asustado y decide volverse agresivo, arquea su espalda y esponja su cola. La cola también formará una forma de U invertida. Te dará otras señales de advertencia, como sisear, gruñir y aplastar sus orejas a su cabeza. Si ves estas señales de advertencia, aléjate del gato.

4 - No hagas contacto visual con el gato agresivo. Por extraño que suene, alejar la mirada del gato podría ser tu mejor opción cuando lidies con un gato que esté a la ofensiva. Un gato que está a punto de atacar a otro gato intentará ganarle en una lucha de miradas. Si haces contacto visual con el gato, puede pensar que estás planificando atacarlo, por lo que debes alejar la mirada apenas notes cualquier señal de agresividad.

5 - Evita acorralar al gato. Una de las situaciones más comunes en que un gato se vuelve agresivo es cuando se encuentra acorralado sin manera de escapar. Si te acercas a un gato y no tiene a dónde ir (por ejemplo en un pasillo o callejón sin puertas abiertas), puede elegir volverse agresivo porque te teme.Si ves las señales de advertencia mencionadas previamente, aléjate o rodea al gato de manera que tenga forma de escapar.

MÉTODO 2: Detener a un gato agresivo que siente dolor

1 - Entiende que un gato puede volverse agresivo cuando siente dolor. A veces podrías tener que acercarte a un gato agresivo para poder ayudarlo. En este caso, se trata menos sobre detener al gato agresivo y más sobre evitar que te hiera mientras tratas de ayudarlo.

2 - Usa una sábana o toalla como una barrera entre tú y el gato. La mejor manera de contener a un gato que siente dolor es cubrirlo con una manta o toalla. Lo primero que debes hacer es evitar que el gato ataque tus piernas y pies.

Para hacer esto sacude la toalla para desdoblara y sujeta uno de los bordes largos, colocando tus manos a un tercio de cada extremo. Si el animal herido está en el suelo, sostén la toalla a noventa grados (o perpendicular) al suelo, con el borde largo paralelo al suelo y tocándolo.Sostén la toalla a la altura de tus brazos, actuando como una barrera vertical entre tus piernas y el gato agresivo.

3 - Háblale suavemente al gato. Mientras sostienes la toalla entre el gato y tú, camina muy lentamente hacia él y háblale de la manera más suave que puedas. Háblale bajo y en un tono parejo, asegurándote de no hacer ruidos altos ni movimientos repentinos.No grites si el gato ataca la toalla. Si el gato está muy asustado, puede atacar la toalla. No grites pues esto solo resultará en más agresión.

4 - Contén al gato con la toalla. Con un movimiento rápido y confiado, sostén firmemente el pecho del gato a través de la toalla, con una mano en cada lado de la caja torácica y levántalo del piso. Sostén al gato a la altura de los brazos de manera que su parte trasera cuelgue, su cabeza esté arriba y su columna esté más o menos vertical (el gato intentará enrollarse).En esta posición, incluso si el gato se voltea para morder, tus manos estarán protegidas por la toalla. Igualmente, tus manos y tu cuerpo estarán bien separados de sus garras.

5 - Pon al gato en una transportadora para mascotas. Haz que alguien abra una caja o jaula transportadora para mascotas para que coloques al gato. Muévete rápidamente y con calma hacia la transportadora y sin sacar al gato de la toalla, colócalo adentro. Asegúrate de que la puerta esté asegurada.

6 - Lleve el gato al veterinario. En vez de dejar que el gato maneje el asunto solo, debes llevarlo a un veterinario para que pueda encontrarse la fuente del dolor (y de la agresión).

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