Es frecuente encontrar gatos que no beben suficiente agua. Éste es un factor de riesgo para el desarrollo del temido FLUTD en gatos. Si eres de los que se pregunta “Mi gato no bebe agua, ¿qué puedo hacer?” este artículo te ayudará.
Múltiples factores afectan a la ingesta de agua por parte del gato. Es usual que propietarios felinos lleguen a la consulta del veterinario para exponer su preocupación: “mi gato no quiere tomar agua”. En realidad, hacen bien en consultar con un profesional porque la falta de hidratación es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades de las vías urinarias del gato.
Mi gato no quiere tomar agua: riesgo de padecer FLUTD
La Enfermedad del Tracto Urinario Inferior Felina (FLUTD en sus siglas en inglés) es el nombre genérico que se utiliza en medicina veterinaria para describir al conjunto de enfermedades que afectan la parte inferior del tracto urinario de los gatos. El FLUTD en gatos es muy frecuente y una de sus principales causas es la falta de una correcta hidratación. Los gatos que no beben suficiente aguaestán más expuestos a padecer FLUTD y problemas renales.
Si quieres saber más sobre las enfermedades urinarias en felinos, te recomendamos que leas este artículo sobre el FLUTD en gatos. En él encontrarás consejos para prevenir los problemas urinarios.
¿Por qué a los gatos no les gusta el agua?
De sobras es conocido que los gatos son un tanto sibaritas con la comida. En realidad, con la bebida ocurre algo parecido. Si tu gato no bebe agua y te preguntas porqué, aquí tienes algunas posibles explicaciones al problema:
Recipiente de plástico: los gatos prefieren siempre recipientes de cristal o acero inoxidable como bebederos. El plástico confiere al agua cierto sabor que no suele gustarles. Así que si estás utilizando un recipiente plastificado, prueba a cambiarlo por otro de un material más indicado.
Agua sucia o poco reciente: los gatos buscan siempre el agua limpia y fresca. Por eso es frecuente verlos de vez en cuando intentando pescar algunas gotas del grifo del bidé o la pila del lavamanos. Recuerda que, si no cambias el agua del bebedero con alta frecuencia, es posible que tu gato la rechace.
Ubicación incorrecta del bebedero: “¡No entiendo por qué mi gato no quiere tomar agua!”, se quejan algunos propietarios. Sin embargo, cuando se analiza la ubicación del bebedero esa queja se disipa pronto… En ocasiones, la ubicación escogida es totalmente incorrecta y funciona como repelente para el gato. Nos referimos a bebederos colocados al lado de electrodomésticos tan ruidosos como la lavadora, por ejemplo. Algunos propietarios no se dan cuenta y colocan los bebederos en zonas de paso que no permiten al gato sentirse protegido mientras bebe, o incluso ponen el recipiente al alcance del perro de la casa, que no discierne y lo utiliza como bebedero para él también. Todo esto puede ser una explicación al porqué un gato no bebe agua.
“La cantidad habitual de agua que un gato bebe cuando está bien hidratado es de entre 50 y 100 mililitros por kilo de peso al día. Cuando el felino supera ese límite, puede deberse a causas como un mal funcionamiento renal. No obstante estas cifras de ingestión de agua son relativas, ya que varían en función de circunstancias, como que el gato tome agua a través del pienso húmedo o que las altas temperaturas provoquen que tenga más sed y beba más”.
Sea como sea, si has detectado que tu gato no bebe agua, lo importante es que le pongas solución cuanto antes. En primer lugar, consulta con tu veterinario para que descarte cualquier enfermedad que pueda estar afectando el comportamiento de tu felino. Además, puedes aplicar las siguientes recomendaciones:
1- Agua corriente: Rosana Álvarez, de Etolia, recomienda motivar al gato para que beba agua jugando con él y el grifo del bidé, por ejemplo.
2- Mezclar comida húmeda con su pienso seco: Desde la Asociación Felina Española se recomienda que el felino ingiera, al menos una vez a la semana, comida húmeda, con el fin de ayudarle a mantener un óptimo nivel de hidratación.
3- Aumentar el número de bebederos disponibles: es muy recomendable ofrecerle al gato diversos puntos de hidratación repartidos por toda la casa.
4- Mantener el agua siempre fresca y limpia: cambiar el agua al menos una vez al día es imprescindible. Si puede cambiarse con mayor frecuencia, mejor.
5- Usar fuentes para gatos: si, aún después de probar las recomendaciones anteriores, sigues teniendo la misma preocupación “mi gato no bebe agua, ¿qué más puedo hacer?”, te aconsejamos que pruebes a instalar una fuente para gatos. Estos artilugios se venden en tiendas especializadas y dan muy buen resultado. Proporcionan agua corriente para el gato todo el tiempo. Suelen encantarles y son un remedio sencillo y saludable al para gatos que no quieren tomar agua.
Con estos consejos esperamos haberte podido ayudar a responder a la pregunta “Mi gato no bebe agua, qué puedo hacer”. Pero recuerda que lo más indicado ante un problema como éste es acudir al veterinario y consultarlo con él. Siempre hay que descartar que exista alguna enfermedad que esté motivando la deshidratación de tu gato.
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