Cómo cuidar las almohadillas de perro
- Happy Dog
- 27 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Las almohadillas de perro son una parte de su cuerpo pensada para ser resistente, pero que aún así requiere unos cuidados especiales.

En contacto directo con el suelo y aguantando la totalidad del peso de nuestro perro, estos pocos centímetros de piel endurecida se ven muy solicitados. A continuación te hablamos de cómo cuidar esta parte fundamental de sus patas.
Posibles daños que se pueden producir en las almohadillas de perro
La irritación: de la misma manera que tus pies pueden resultar heridos tras una caminata muy larga, las almohadillas de tu perro pueden verse resentidas si no está acostumbrado a recorrer largas distancias por las rozaduras con las superficies. Si tu perro está acostumbrado a dar paseos cortos y de repente decides lanzarte a hacer rutas de senderismo con él, ten en cuenta que tendrás que ir acostumbrándole poco a poco. De la misma manera que no te pondrías zapatos nuevos un día en el que sabes que vas a andar mucho.
La sequedad: ya sea por un frío excesivo, o por una falta de hidratación en los días más cálidos del año, las almohadillas de tu perro pueden verse agrietadas por la sequedad. Puede resultarle doloroso si no haces nada para remediarlo. Existen bálsamos que podrán hidratar y nutrir la piel de sus almohadillas, aliviando así sus molestias.
Los cortes: las almohadillas de los perros les sirven de único calzado, vayan donde vayan. Hay que tener mucho cuidado con qué tipo de superficie va a pisar nuestro amigo, y qué elementos se podrá encontrar en ella. Cristales rotos, piezas de hierro, objetos cortantes, jeringuillas… tantos peligros que podrían producir cortes en las almohadillas de nuestro perro.
Las mordeduras: ya sea jugando o peleándose, nuestro perro puede sufrir mordeduras en sus almohadillas. De por sí, una mordedura puede ser un problema en cualquier parte de su cuerpo, por ser una herida abierta que podría infectarse. Pero el peligro aumenta si el otro animal autor de la mordedura es portador de algún tipo de infección o enfermedad. Además, las almohadillas de perro son una zona con mucho riego sanguíneo y en caso de corte, el sangrado podría resultar impresionante. Puedes intentar pararlo ejerciendo presión sobre el corte pero no dudes en acudir a pedir ayuda profesional a un veterinario. Es mejor no intentar hacer un torniquete sin conocimientos previos, porque mal hecho podría ser más contraproducente que otra cosa.
Las quemaduras: pueden darse por pisar una superficie demasiado caliente (el cemento de la calle, la arena de la playa, etc), o demasiado fría. Porque sí, las almohadillas de perro pueden sufrir también quemaduras cuando pisan el hielo o la nieve. Por eso recomendamos tener un especial cuidado en las temporadas de temperaturas más extremas. Para protegerlo contra el frío existen bálsamos que se aplican antes de salir a pasear, o incluso botas de protección. Para el calor, recomendamos hacer una prueba muy sencilla: dejar la palma de nuestra mano contra el suelo unos cinco a diez segundos. Si nos damos cuenta que nos cuesta aguantar, tenemos que ser conscientes que le pasará lo mismo a nuestro perro.
Las espigas: Estos pequeños elementos vegetales se encuentran en las zonas verdes en primavera, y se secan en verano. Por su forma de lanza se pueden introducir con facilidad en la piel de nuestro perro, y generar una infección. Los dos sitios más comunes donde las espigas suelen colocarse son el oído y el espacio entre las almohadillas de perro. Muchas veces nos damos cuenta de su presencia cuando ya ha empezado a crear una infección, por lo cual es mejor pedir ayuda a un veterinario para retirarla. De hacerlo en casa podríamos romperla y dejar un trozo dentro.
Comments