5 COSAS QUE TU PERRO NO QUIERE QUE HAGAS
- Happy Dog
- 8 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Las mascotas tienden a demostrar el cariño que sienten hacia su dueño con bastante frecuencia. Sin embargo, hay gestos o costumbres que tu perro no quiere, que son propias de nuestra especie, y que pueden confundir e incluso irritar a nuestro animal.

Utilizamos poco el lenguaje corporal
Los humanos somos una especie expresiva y tendente a demostrar nuestros sentimientos mediante palabras. Aunque no nos demos cuenta, probablemente estemos charlando continuamente con nuestro perro sobre cosas que nos han pasado durante el día o sobre cómo nos sentimos, tal y como haríamos con un amigo cercano.
Los perros pueden asociar algunas de nuestras palabras con acciones repetitivas. Por ejemplo, es fácil que reconozca palabras clave como ‘pasear’, ‘comer’, ‘no’ o ‘muy bien’. Pero no significa que tu perro pueda entenderte porque los animales no son capaces de hablar ni de comprender nuestro idioma, por mucho que te esfuerces en conversar con ellos.
El único recurso que le queda a tu perro para entenderte es el lenguaje corporal. Ten mucho cuidado a la hora de enseñar a tu perro nuevas señales, porque muchas veces un desconocimiento del dueño puede confundir a su animal.
En realidad, tu perro no quiere que le abraces
Nos bombardean todos los días con fotos entrañables de golden retriever ahogados por niños en toda una serie de paisajes entrañables. Los perros, como sabemos, son animales expresivos y hasta dependientes que no desdeñan casi nunca una caricia de su dueño.
Sin embargo, tendemos a olvidar que los animales no se comunican como las personas, y que un contacto demasiado cercano o prolongado con un humano puede llegar a resultar desagradable para un animal. En el caso de los perros, los ‘abrazos’ entre miembros de la misma especie se utilizan para mostrar dominancia y marcar el territorio.
Si un humano hace lo mismo, es probable que se tomen este gesto de forma agresiva o amenazadora, aunque lo estén tolerando. Por ello, intenta que los niños más pequeños de la casa le den un poco de espacio a tu mascota.
No mires directamente a los ojos a un perro desconocido
Como humanos, el contacto visual entre miembros de nuestra especie es una buena herramienta para establecer conexiones y afianzar lazos afectivos. No obstante, en el mundo animal se suele utilizar a modo de advertencia o para recalcar su posición de dominancia.
Si decides acercarte a un perro que no es el tuyo y, por costumbre, lo haces mientras le miras directamente a los ojos, es probable que tu gesto se malinterprete y que se ponga a la defensiva. Intenta acercarte lentamente, con la mano a la altura de su nariz para que pueda olerla y saber quién eres, antes de acariciarle o aproximarte demasiado.
Tu perro no quiere libertad, quiere rutina
Los perros domésticos siguen teniendo en mente que forman parte de una manada y aceptan que tú eres su líder. En la naturaleza, un líder da órdenes, asigna roles dentro de la estructura jerárquica y actúa de manera consecuente.
Tu perro espera que hagas eso por él. Si das órdenes y enseñas a tu animal a obedecerlas, no estás siendo un dueño severo o aburrido, sino que estás proporcionando a tu animal la estructura que necesita para poder sentirse cómodo con su rol en la manada.
Esto es especialmente importante para perros dominantes, porque están hechos para tener responsabilidades y sentirse útiles. Por eso, son utilizados como perros guardianes o perros policías, a pesar de suponer un reto a la hora de su adiestramiento.
No fuerces amistades con animales o personas que tu perro no soporta
Como cualquier otra persona, un perro tenderá a evitar el contacto con cualquier animal o humano que no le dé buena espina. No le importa que el individuo en cuestión sea tu hermana o el perro de tu pareja. Hay ocasiones en las que, simplemente, no ha habido ese “click”, y es probable que nunca lo haya.
No fuerces relaciones improbables entre tu perro y personas o animales que no le gustan. Provocarás situaciones incómodas e incluso violentas que harán sufrir a tu animal o podrán poner en peligro a otras personas o mascotas. Si estás dando un paseo por el parque y tu perro gruñe a otro animal, no intentes que se hagan amigos, porque no va a pasar.
Comments