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CÓMO LOGRAR QUE DEJEN DE LADRAR POR TODO

  • Happy Dog
  • 3 jun 2019
  • 3 Min. de lectura

Los ladridos son la forma en que nuestro perro se comunica, ante cualquier situación. Unas veces con alegría y otras como alerta ante situaciones de peligro. ¿Sabes lograr que deje de ladrar por todo?

Para evitar que el perro pueda ladrar por todo, primero tenemos que conocer las causas que lo provocan.

Situaciones que le provocan ladrar

Este tipo de hábitos, si están muy asentados en un perro, no son fáciles de cambiar. En primer lugar, hay que tener mucha paciencia y comprensión.

Estrés

Nuestro perro tiene necesidades básicas, más allá de la alimentación. La compañía, sus paseos cotidianos, un espacio suficiente en casa, y muchas otras. Si alguna de sus necesidades básicas no está siendo cubierta, puede que nuestro can esté tratando de liberar el estrés acumulado.

En situaciones de estrés muy extremas, malos tratos, excesiva soledad, poco espacio o frustración, puede que utilice el ladrido como su única vía de escape para expresar su tensión.

Exceso de soledad

El perro es un animal social. Tiene la necesidad de e interactuar constantemente con su entorno y más si se trata de animales muy activos.

Si viviese con libertad en la naturaleza, un perro viviría junto a su manada las 24 horas del día y aunque se encontrara relajado, siempre tendría alguien a quien mirar, mordisquear y jugar.

Si estamos mucho tiempo fuera de casa, posiblemente la solución ideal será buscar un compañero a nuestro amigo.

Ansiedad tras la separación

Este problema se relaciona con el anterior, la soledad. Si nuestra mascota se queda sola en casa sin control ni supervisión, es posible que canalice la ansiedad por separación mordiendo los muebles o ladrando.

En estos casos, la solución es tratar esta ansiedad aportando al perro bienestar, tranquilidad y confort.

Dificultades de socialización

Hasta los perros que están continuamente entretenidos pueden a veces ladrar a objetos concretos, vehículos y personas. Esto puede suceder, entre otras cosas, porque no hayan desarrollado desde cachorros la capacidad de socializarse. Tal vez sigan teniendo miedo ante estímulos del día a día, ruidos, niños, bicicletas, etc. En caso de ser preciso, hay que tratar el problema con un profesional.

Exceso de excitación

Hay perros muy juguetones y excitables, y más si son cachorros y no pueden evitar ladrar ante algunos estímulos. Normalmente sucede cuando juegan con otros animales, descubren cosas nuevas, hacen algo que les gusta, se excitan y emocionan. Incluso esta emoción puede llevarles a hacer sus necesidades sin control.

En estos supuestos lo más adecuado es premiar actitudes “tranquilas” en el animal y evitar regañarle por algo que no hace de forma voluntaria.

Evitar cosas que frustren

Hay algunas actitudes, y también algunos juegos, que pueden llegar a frustrar al perro. Por ejemplo, jugar con luces tipo láser, que perseguirá pero no alcanzará nunca, nos puede parecer divertido a nosotros. Pero el animal se frustra por ello, y le puede afectar en su carácter.

Ansiedad por salud, vejez e incluso sordera

Algunos perros, con el paso de la edad, van perdiendo capacidades auditivas o de visión. Esto puede tener como consecuencia que ladren mucho en la vejez.

Estos animales necesitan un cariño y confort especial debido a su condición. Es necesario ser comprensivos y respetuosos con el perro anciano.

Miedos

Las experiencias duras y traumáticas pueden generar miedos en los perros a situaciones, personas y objetos. Es importante saber tratar con paciencia estos casos y comprender que el animal solo está ladrando para protegerse de aquello que considera “peligroso”.

Trucos para que dejen de ladrar tanto

Para que nuestro amigo deje de ladrar por todo hay algunos consejos que podemos tener en cuenta:

- Hay que potenciar la relajación y la tranquilidad en el animal, en casa y en el exterior. Caricias, masajes y premios son excelentes incentivos.

- No hay que regañar ni pegar cuando veamos ladrar por todo. Este comportamiento lo único que conseguirá es empeorar el problema.

- Los perros que tienden a ladrar por todo necesitan ejercicio físico. No un adiestramiento excesivo, sino un ejercicio continuo y moderado.

- Si el perro ladra por la calle cuando se cruza con otros peludos lo ideal es intentar no recoger la correa (ya que el can nota la tensión) y seguir con el paseo como si nada ocurriese.

- Hay que tener una actitud tranquila y firme para que el perro la note también. Eso sí, siempre vigilando su seguridad y bienestar.


 
 
 

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