La verdad sobre los huesos para perros
- Happy Cat
- 11 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Seguro que has escuchado mil historias sobre cómo los huesos para perros son malos, porque pueden astillarse y dañar el sistema digestivo de tu perro o incluso obstruirlo, ya que no se digieren correctamente. En realidad todas esas historias son sólo eso, leyendas urbanas sin base científica y totalmente erróneas. Los huesos no sólo no son nocivos para un perro sino que son altamente saludables, nutritivos y ayudan a prevenir enfermedades bucales tan comunes como el sarro.
¿Puede un perro comer huesos?
Por supuesto que un perro puede comer huesos, su mandíbula, sus dientes y absolutamente todo su sistema digestivo está adaptado y preparado para comer carne y huesos. No olvidemos que los perros son carnívoros.
Obviamente si nuestro perro tiene alguna enfermedad digestiva que delimite su alimentación, debemos consultar previamente con nuestro veterinario nutricionista. Cualquier perro sano puede comer huesos de forma completamente natural.
La única regla que debemos seguir es la de no cocinar nunca los huesos, nunca. Los huesos cocidos son muy peligrosos para un perro, porque han perdido parte de su humedad y se hacen más duros y complejos de digerir para un perro
Todos los huesos que le demos de comer a nuestro perro, deben ser totalmente crudos. Si nos preocupan las bacterias o parásitos, podemos congelarlos previamente durante tres días. Pero antes de dárselos a nuestro perro dejaremos que se descongelen y queden a temperatura ambiente.
Los perros pueden comer los huesos enteros o triturados, por si nos da miedo dárselos enteros. Aunque en realidad no hay ningún motivo para preocuparse.

¿Qué problemas puede ocasionar el consumo de huesos?
Ninguno, en realidad son todo beneficios ya que es parte de la alimentación natural de nuestro perro. Utilizando los huesos recomendados y siempre crudos, los únicos problemas que quizás pueda tener un perro son:
Estreñimiento, el consumo excesivo de huesos puede producir estreñimiento. Se soluciona aportando más vegetales a la dieta y reduciendo el consumo de huesos.
Exceso de calcio, se puede apreciar mediante el color de las heces de un perro y se corrige disminuyendo la cantidad de huesos en la dieta.
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