top of page

Selectividad a la hora de adoptar: un acto de discriminación

  • Foto del escritor: Happy Cat
    Happy Cat
  • 23 abr 2018
  • 2 Min. de lectura

Es cierto que muchas personas compran o adquieren perros de raza porque les da más seguridad o calzan con aspectos específicos de lo que buscan en un animalito, por otra parte, mucho se ha hablado de adoptar perros en vez de comprarlos, lo que implica un acto de intención de amor por el perrito que sea que nos llegue, pero debemos hablar de la discriminación silenciosa que viven los perros negros (últimos en irse de la camada o se abandona), los viejitos y las perritas.

Sí, porque al igual que, como seres humanos, vemos a diario escenas de racismo o machismo, en la adopción de perros se vivencia esta tendencia a marginar por color, edad y por sexo.

No es difícil darse una vuelta por las páginas de adopciones o publicaciones virales en facebook sobre “regalo perros” para encontrarse con comentarios como “quiero el blanquito de ojos claros”, “¿no te quedan de los con manchitas?”, “quiero uno chiquitito sólo si es de tres meses”, “ya, me interesa pero no esa perrita”, etc.

Todas estos mensajes no hacen más que desvirtuar la real causa que nos debe convocar, la adopción de perritos no debe convertirse en elegir como quien escoge un objeto decorativo para la casa. (¿Se imaginan lo poco ético que sería en una situación de adopción de niños elegir por edad, color y sexo?) Sólo generan que la población de animalitos siga en triste crecimiento, donde los más vulnerables quedan abandonados a su suerte.

Es común encontrarse con una perrita o “cholito” en las calles, que nos enternece, que saludamos con entusiasmo, pero que sigue allí, viviendo a la intemperie al borde del camino en nuestras rutinas.

Además de que esto es causado por ignorancia y por un gusto frívolo por lo estético, existen ciertos mitos que no ayudan para nada, como “que los perros adultos no se adaptan porque no aprende igual”, esto es totalmente falso, los perros aprenden a lo largo de toda su vida.

“Que las perritas son más sucias o después hay problemas porque está preñada”, si vamos a ser adultos consecuentes con la crianza de nuestros perros, su higiene y esterilización podemos manejarla responsablemente.

Para que la situación comience a cambiar deberíamos empezar a hacernos un mea culpa y a dejar estas superficiales y calculadoras formas de preferir a un perro sobre otro y fomentar que la adopción sea responsable y que nazca de un real sentimiento por amar a un ser por su esencia y no por su apariencia.

Nos entregan amor incondicional, nos acompañan y animan, no guardan rencor, no nos ignoran y menos nos juzgan, entonces ¿por qué nosotros a ellos si?

Comparte este post.


 
 
 

Comments


Publicaciones Relacionadas
bottom of page