Mi perro en el sofá o en la cama, ¿sí o no?
- Happy Cat
- 3 oct 2017
- 3 Min. de lectura
La verdad es que es un tema que surge a menudo en las consultas. Creo sinceramente que todo el mundo tiene muchas dudas al respecto. Lo malo es que con tantas dudas, mientras realmente se consulta con un especialista (casi siempre cuando se acude para otro menester), se van haciendo unas cosas y otras que te van aconsejando unas y otras personas.
Además, dentro de casa, donde normalmente viven más de una persona, cada uno hace lo que puede, cree o quiere. De manera que al final, siempre solemos tener un animal confundido que se sube al sofá o a la cama cuando no lo miran o cuando puede, pero sin estar seguro de si le van a regañar o lo van a acariciar mientras su dueño ve la tele.
Seguramente la mayoría de las dudas surgen por dos motivos principales:
¿Es higiénico?
¿El perro/gato/loro me va a dominar por subirse a un lugar alto?
Así que vamos por partes.
Contestando a la pregunta 1, pues no, higiénico no es la verdad, pero es que tampoco lo son otras muchas cosas que hacemos y que no tienen nada que ver con tener perro o gato. Por ejemplo, en las suelas de los zapatos llevamos mil porquerías. Porque que yo sepa no vamos por la calle levitando. ¿Y a que a veces ponemos los pies con los zapatos en distintos sitios de nuestra casa, incluido el sofá?
O ¿seguro que te lavas las manos la cantidad de veces que sería conveniente? ¿Cuántas cosas tocas al cabo del día fuera de tu casa que pueden transmitir gérmenes? Piénsalo y plantéatelo.
¿Y vuestros hijos? ¿No se suben al sofá? ¿Y con cuántas cosas han estado en contacto incluyendo el suelo y los cacharritos de los parques?
Por no olvidar que ya sabéis la de bichitos que puede contener un móvil.
Bueno, no voy a seguir a ver si os voy a convertir ahora en desinfectadores compulsivos de manos e hijos.
En fin, no es que sea muy higiénico, pero bueno, también depende de lo cuidados que tengamos a nuestros animalitos. ¿Van al veterinario frecuentemente? ¿Se desparasitan (interna y externamente) y vacunan convenientemente? ¿Los cepillamos a menudo y miramos entre el pelo, detrás de las orejas, entre los dedos y debajo del rabo? ¿Los lavamos alguna vez en la vida? Todo depende de la respuesta a muchas de estas preguntas.
Luego también podemos recurrir a nuestra amiga Dyson, la cual os recomendamos fervientemente si tenéis abundancia de pelo suelto en casa. Y por supuesto no olvidemos a las gemelas lavadora/secadora, que harán las delicias de vuestros trapos peludos.

Lamentablemente para muchos que piensan esto y afortunadamente para otros que piensan lo contrario, lo único que pueden querer son dos cosas: estar cómodos y estar a nuestro lado.
Cuando una persona me pregunta: “¿es malo que mi perro se suba al sofá?”, siempre respondo lo mismo: “depende de lo que tú quieras hacer con tu sofá”. Si quieres que el perro suba, a mí me parece bien. Y si decides que no suba, también me parecerá bien.
Pero ¡ojo!, lo que no me parece bien es ahora sí pero mañana no. Ahora te quiero mucho, me das calorcito y qué suave estás, cómo me relaja, pero mañana qué sucio vienes, dónde te has metido o fuera de aquí que estoy cansado o me duele la cabeza.
Eso señores no es justo para el animal. Esa falta de previsibilidad es lo que hace que el animal acabe teniendo conductas ansiosas, incluso de miedo, porque no sabe lo que va a ocurrir.
Si quieres que pueda subir al sofá lo mejor es una señal para que sepa que ahora puede hacerlo. Puedes decir: “Pancho, sofá”, siempre que quieras que suba. De esa manera sabrá que cuando lo digas puede hacerlo, y no estará intentándolo todo el rato, pidiéndote desesperadamente o llorando a tu lado.
La comunicación con ellos es fundamental, al igual que lo hacemos con nuestros hijos. Crear señales para todas las interacciones que tenemos les hará poder predecir lo que va a ocurrir en su entorno. Y si lo hacemos en familia, y todos por igual, podremos crear una actividad más en la que participar todos.
Si te gustó esto comparte en tus redes sociales.
Comments